Cruises in the Atlantic Islands es la marca de cruceros de turismo que agrupa a las autoridades portuarias de Madeira, Tenerife y Las Palmas desde 1994 como una oferta conjunta.
Los puertos de Funchal y Porto Santo, en Madeira, Santa Cruz de La Palma, San Sebastián de La Gomera, La Estaca, Santa Cruz de Tenerife y Los Cristianos, en Tenerife, y los de Las Palmas (Gran Canaria), Arrecife (Lanzarote) y Puerto del Rosario (Fuerteventura), en Las Palmas, mueven al año más de medio millón de pasajeros.
Gran Canaria es conocida como el "Continente en Miniatura" ya que, en un pequeño espacio de tiempo, el visitante puede viajar a través de la costa desde las tierras áridas del Sur, hasta los campos verdes del Norte, o las montañas en el corazón de la isla.
El Sur ofrece un clima cálido, aguas periféricas protegidas por las atractivas playas de arena dorada de San Agustín, El Inglés y Maspalomas, y encantadores puertos deportivos, como Pasito Blanco, Puerto Rico y Puerto de Mogán. Una visita obligada es también Palmitos Park, un jardín exótico de habitado por aves, orquídeas y un deslumbrante abanico de flores.
En Las Palmas de Gran Canaria, la capital de la isla y la mayor Ciudad del Archipiélago, su embarcación puede arribar al corazón del centro turístico de la ciudad.
El Puerto de Las Palmas cuenta con el muelle deportivo de más capacidad de Canarias, centro de encuentro en las rutas transoceánicas. Los buques de cruceros atracan en el recientemente restaurado muelle de Santa Catalina y un simple paseo le llevará hasta la playa de Las Canteras, o el centro comercial que oferta un extenso rango de artículos a unos precios atractivos.
La ciudad cuenta con un precioso barrio antiguo en Vegueta, con la calle comercial de Triana. Allí podrá admirar las calles empedradas y visitar la Casa de Colon o la Catedral, saboreando la atmósfera colonial de su historia Hispano-Americana.
Fuerteventura es la isla tranquila, tendida sobre el Atlántico como un mágico desierto, rodeada de calor, arenas blancas y bañada por un mar turquesa.
Puerto del Rosario es su capital que se encuentra a medio camino entre el norte y el sur de la isla.
Betancuria es un lugar lleno de historia que debe su nombre a su fundador, Juan de Bethencourt, y que fue el lugar de origen de la primera colonización Europea en las Islas Canarias.
Santa María de Betancuria, su iglesia Gótica, la capilla de San Diego y el Convento, el Museo de Arte Sacro y el Museo Histórico, juntos forman el lugar historico más significativo de la isla.
La ruta de los Molinos nos conduce a la clara aldea de Antigua. Destaca el esplendor cromático del Parque Natural de Las Dunas de Corralejo, desde el cual se puede observar la Isla de Lobos y el estrecho de Bocayna, que separa Fuerteventura de Lanzarote.
Llegando a La Oliva, la capital del norte, se convierte en imperativo visitar la Casa de los Coroneles, que destaca por su colonial estilo e imponente fachada.
En las playas del sur se respira un aire de paz y tranquilidad acompañado por las arenas blancas de Jandía. En Barlovento se pueden admirar los acantilados de la costa y las remotas playas en Cofete.
La mítica isla de Lanzarote, es conocida como la Isla de los Volcanes, por su impresionante paisaje volcánico, que nos remonta a otro planeta. La Unesco ha declarado a Lanzarote Reserva Mundial de la Biosfera.
Si desea visitar el Parque Nacional de Timanfaya, puede elegir hacerlo a lomos de un camello, mientras recorre un paisaje inquietante, donde el calor volcánico aún hace muestras de presencia.
Cada esquina de la isla tiene secretos naturales como Los Jameos del Agua, que está formado por burbujas volcánicas gigantes, rodeadas por un lago de agua salada. Allí se puede encontrar una especie endémica de cangrejos ciegos.
Un lugar de sensaciones bajo la tierra está en la Cueva de Los Verdes, que se ha convertido también en un privilegiado auditorio musical.
Es una cita obligada asomarse al Mirador del Río, conocer la peculiar forma de cultivar la vid en La Geria, el Jardín del Cactus, el Monumento al Labrador y los diversos museos y castillos de la isla. Todo es un único espectáculo fácil de visitar en un día.
Las construcciones creadas por los habitantes de la isla también influyeron en la singular naturaleza de su paisaje.
César Manrique, pintor, escultor y arquitecto de reputación internacional, ha sido el artífice de esa armonía entre Naturaleza y el arte del Hombre que ofrece Lanzarote.